La técnica del gunitado es un sistema constructivo consistente en proyectar con un "cañón", o manguera a alta presión, hormigón pudiendo construir sobre cualquier tipo de superficie, inclusive la tierra, con el objetivo de conseguir un muro continuo, con mayor resistencia y menor espesor para soportar y contener la presión ejercida por el terreno, sin importar tipo de pendiente, ofreciendo una impermeabilización óptima gracias a la baja porosidad.
En algunos países esta técnica es conocida también como proyectado (hormigón proyectado), el cual puede consistir también en la proyección de mortero (sin el árido grueso).
Una de las ventajas del gunitado es la mayor resistencia por metro cuadrado, es decir, con menos material se consigue mayor resistencia y durabilidad. También revierte en la firmeza de la estructura que está gunitada al obtener una capa compacta y sólida.
Esta técnica puede ser utilizada para revestir barrancos e impedir riesgos de posibles desprendimientos, con un grado de durabilidad que hace que su mantenimiento sea pequeño.
El gunitado ha revolucionado el mundo de la construcción, ya que añade a una impermeabilización total. Gracias a la versatilidad de está técnica se pueden construir, entre otros, piscinas de diseños originales aún teniendo formas complicadas para las técnicas tradicionales con unos óptimos acabados.